Sor Leonor
y su amor a la Virgen María
Desde su
llegada, España inculcó en América el sentimiento profundo de que la Virgen
María se hacía presente en todos los acontecimientos de la existencia personal
y social. La devoción a la Virgen María fue uno de los rasgos más
sobresalientes de su espiritualidad; comenzó a amar a la Virgen con singular
cariño desde pequeña. Al morir su madre, Isora ante una imagen de la Virgen le
dijo: “Madre mía, yo no tengo madre, sed vos mi madre y me sentí llena
de un mar de dulzuras, salí de la Iglesia tan contenta que ya no sentí
tristezas y muy persuadida de que ya tenía madre y muy confiada en la
protección de María”.
Enseñanza:
sor Leonor puede proteger con especial cariño a las niñas, adolescentes en
riesgo y a toda mujer, pues ella sufrió mucho cuando murió su madre. Ella nos
enseña a buscar el amparo materno, en la ternura siempre atenta y servicial de
la Virgen María y a recurrir a Nuestra Madre en todas las circunstancias de
nuestra vida. Sor Leonor descubrió el plan divino sobre ella, con toda claridad,
gracias a la intercesión de la Virgen, lo aceptó y siguió totalmente. Rehusó
una propuesta de matrimonio, porque quería ser esposa de Jesucristo. No le
disgustaba quien la pretendía, pero lo cambió por Aquel que la había elegido
desde toda la eternidad. En esto y en todo acontecimiento importante de su
vida, la intercesión de la Virgen María y su protección, fueron fundamentales.