NOVENA A SANTA CATALINA
Día cuarto
Su amor a la oración se demuestra en las palabras
dirigidas a sus hijos:
“Sepan mis dulces hijos en
Jesucristo, que por este camino le siguieron los
santos y que no hay otro camino que conduzca a
la vida. Así deseo que con
todo cuidado procuren
seguir este camino
derecho, retirándose a
la oración y mostrando gran solicitud y perseverancia
aunque les cueste la
vida.”
“El camino que conduce a
la vida es la oración, allí nos encontramos cara a cara con Dios”
Ahí se abre la puerta a los grandes misterios de
Dios: a su Amor, a su Providencia, a su misericordia. En la oración es donde
brota la luz, es donde el Espíritu actúa más directamente sobre nosotros y nos
regala el saborear las cosas divinas, los grandes secretos de su Amor, sus
dones.
Desde Dios Catalina veía todo a través de la pupila
de la fe. Ella sabía que el secreto de la fecundidad apostólica residía en esa
unión con Jesucristo, en todo.
OREMOS:
Padre Eterno, concédenos por
intercesión de Santa Catalina, el don de una oración humilde, fiel y
perseverante a fin de vivir en tu Presencia que todo lo transforma en una
ofrenda de amor. Te lo pedimos por el mismo Cristo, NS.
Santa Catalina de
Siena, Ruega por nosotros.