NOVENA A SANTA CATALINA
Día Primero
La incansable búsqueda de Dios y la pasión por la salvación de la
humanidad, son los ejes que animan la vida de los hijos de Domingo.
Catalina nació, creció y maduró su llamado a la
sombra de la Iglesia de los Predicadores de Siena y desarrolló desde muy joven
su amor a Santo Domingo y a la Orden, y encontrando en el carisma dominicano un
lugar para encauzar su sed de entrega a Dios.
Encontró así, su lugar en la Iglesia; que la llevó a
comprometerse con la gente y los
acontecimientos de su tiempo, y a ahondar su relación con Dios. Su experiencia
mística, lejos de alejarla del mundo, la sumergía en las llagas de Cristo y de
los hermanos.
El secreto de su personalidad excepcional era el
fuego interior que la consumía: la pasión por Cristo y por la Iglesia, y por
eso se hizo mensajera incansable de paz y reconciliación.
OREMOS: Señor, Dios nuestro, que nuestra hermana Santa
Catalina, ardiese de amor por Cristo y por la Iglesia, concédenos por su
intercesión ser instrumentos de paz y reconciliación y así proclamar tu amor
misericordioso a los hermanos. Por Cristo, N.S
Santa Catalina de
Siena, Ruega por nosotros